Representamos el patrimonio de una mujer joven de unos treinta años que murió como resultado de un cáncer ginecológico en estadio IV. Nuestro cliente acudió a la sala de emergencias con quejas de dolor en la parte inferior del abdomen. Los resultados de las pruebas de la visita a la sala de emergencias indicaron niveles cuantitativos elevados de HCG en sangre; además, nuestro experto indicó que una tomografía computarizada realizada durante la visita a la sala de emergencias mostró que era probable que hubiera cáncer.
En lugar de realizar un seguimiento con tomografías computarizadas y biopsias adicionales, once meses después, a nuestra clienta se le diagnosticó un coriocarcinoma y una enfermedad/neoplasia trofoblástica gestacional avanzada. Porque los médicos deberían haberlo hecho diagnosticó el cáncer anteriormente, su patrimonio recibió 2 millones de dólares.